Según la Organización Mundial de la Salud, una adicción es una enfermedad física y psico-emocional que crea una necesidad hacía una sustancia, una actividad o una relación.
Interferencia de factores biológicos, psicológicos y sociales.
Distorsión del pensamiento.
Enfermedad progresiva que incrementa su intensidad mientras la sustancia o actividad persisten.
Dificultad para controlar el consumo o la conducta.
Abandono progresivo de intereses, más allá de la sustancia, el consumo o la persona.
Negación de la enfermedad.
Episodios continuos de descontrol.
Habitual coexistencia con otros desórdenes psicológicos, de comportamiento y de personalidad.
Impacto en la familia o el círculo social más cercano del adicto.
-Existen adicciones a sustancias, catalogadas como drogas duras o drogas blandas.
-Socio-adicciones, se dan cuando los hábitos, actividades o actuaciones se convierten en situaciones de dependencia vinculadas a asuntos sociales, véase el trabajo, los videojuegos, el sexo, las compras, el móvil, etc
-Relacionales, a personas o a tipos de relación
Es importante diferenciar entre:
Uso – consumo puntual sin consecuencias destacables en la vida de la persona.
Abuso – empieza cuando la conducta la sustancia va dirigiendo progresivamente la vida y empiezan a observarse signos de deterioro académico o laboral, social o familiar, y la falta del consumo influye del estado de ánimo.
Adicción- cuando la búsqueda de la sustancia o la realización de la conducta se realiza de manera compulsiva y obsesiva, y genera dificultades en los ámbitos y con las personas que habitualmente rodean al individuo y surgen los problemas con la familia, amigos, etc.
Tanto la habitual negación de la enfermedad, como el síndrome de abstinencia que genera alejarse de la persona, sustancia o conducta en cuestión, hacen que sea muy complicado que el adicto se cure sin ayuda profesional.