La psicología infantil y juvenil se encarga del estudio del comportamiento del menor, desde su nacimiento hasta su juventud. Se centra en el desarrollo físico, motor, cognitivo, perceptivo, afectivo y social. Son objeto de la psicología infantil y juvenil problemáticas como:
- Trastornos del desarrollo: son problemas severos, crónicos y que afectan a la vida cotidiana del menor. Pueden ser físicos (ceguera), aceptar a las capacidades mentales (problemas de aprendizaje) o una combinación de ambos (Síndrome de Down).
- Trastornos del Aprendizaje: se definen como dificultades, inesperadas, específicas y persistentes para la adquisición de un aprendizaje, pese a un nivel de inteligencia y oportunidades socioculturales adecuadas. Los principales son:
- Dislexia.
- Discalculia.
- Disgrafía.
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
- Trastorno del Espectro Autista.
- Discapacidad intelectual.
- Problemáticas relacionadas con las habilidades sociales.
- Problemas de conducta y emocionales.
- Control de Impulsos: conductas de desafío constante a los límites y las normas establecidas socialmente o por una autoridad cercana al menor, agresividad y falta de control.
- Problemas sexuales en la adolescencia.
- Adicción a las nuevas tecnologías: Psicoterapia adaptada a las adicciones a las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (móvil, internet y videojuegos).
- Relaciones familiares alteradas: Ayuda en el establecimiento de pautas de comunicación y conductuales entre padres-hijos o hermanos.
- Cambios del Ciclo Vital: problemáticas en la adaptación de etapas y cambios en la vida; separaciones, cambios de residencia, enfermedades o muertes cercanas, etc.